Durante el mes de noviembre vamos a compartir con vosotros unos artículos que creemos os van a ser de gran interés y ayuda. En estos momentos donde la actividad física se ha vuelto tan importante queremos acompañaros no solo en la práctica sino también en la teoría. Hoy os hablamos de la prehabilitación.
02/11/2020

Seguro que habéis escuchado más de una vez aquello de “no esperes a tener sed para beber” ¿lo ponéis en práctica? La prehabilitación viene a decir lo mismo. No esperemos a tener una lesión para después tener que curarla. Hagamos que esta lesión no llegue o, si lo hace, sea con las mínimas consecuencias.
¿Te has preguntado alguna vez porqué entrenas o practicas deporte? Las respuestas pueden ser muchas pero si crees que entre ellas la más importe es por salud, estás en lo cierto. Tu cuerpo es tu templo y cuanto más lo cuides más agradecido estará contigo.
La prehabilitación puede ayudar a asegurar que estés lo más saludable posible en caso de que enfermes o, si nos trasladamos a la actualidad, en el caso que te contagies de COVID-19.
¿Qué debemos tener en cuenta para la prehabilitación?
- Evalúa cuánto activo eres ahora en comparación con cuando empezaste con las medidas de distanciamiento social. Si eres menos activo, intenta regresar al nivel de actividad de antes, lo llamaremos punto de referencia.
- Si planeas aumentar tu nivel de actividad o de ejercicio por encima de tu punto de referencia usual, entrena en tu club Áccura, donde los técnicos te ayudarán a establecer unos objetivos y te acompañarán durante el proceso.
- Enfócate en comer una dieta nutritiva y recurre a alimentos reales, asegúrate de gestionar bien Hidratos, Proteína, grasas así como minerales y vitaminas, lo mejor es contar con un especialista.
- Casi todos estamos experimentando más estrés de lo usual, por lo que es importante implementar una estrategia diaria de reducción de estrés. Prueba la meditación, el yoga o cualquier actividad mind que haga que te centres en tu respiración.
- Si tienes diabetes, trabaja con tu médico para asegurar que estás manejando tus niveles de azúcar en la sangre, lo que reducirá tu riesgo de infección.
- Evita beber alcohol y bebidas energéticas para poder mantener alerta tu sistema inmunológico.
-
Si fumas, ahora es un excelente momento para dejarlo.
¿Cómo podemos prehabilitar nuestro cuerpo? Potenciando el ejercicio aeróbico para:
- Aumentar la capacidad pulmonar, bajar los niveles de colesterol total en la sangre, así como los de Colesterol LDL (colesterol malo) y de los triglicéridos, y aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno), reduciendo el riesgo de infarto y a largo plazo disminuir la presión sanguínea.
- Fortalecer los músculos de la respiración, facilitando la entrada y salida rápida de aire en los pulmones, algo muy beneficioso en la lucha contra la COVID-19, conocida por las alteraciones que provoca en el sistema respiratorio de los pacientes.
- Tener un buen condicionamiento físico cardiovascular está relacionado con una buena actividad cerebral según las revistas científicas Medicine & Science in Sports & Exercise y Scientific Report. La OMS recomienda a los adultos practicar al menos 150 minutos
¿Me basta con este tipo de entrenamiento? Combínalo con entrenamiento de fuerza y aumentarás tus beneficios:
- Te ayudará a reducir la grasa corporal y evitarás la obesidad o el riesgo a padecer diabetes tipo II, ya que este tipo de entrenamiento disminuye la glucosa en sangre.
- Además un estudio reciente publicado en Journal of the American Medical Directors Association demostró que un aumento de los niveles de fuerza puede disminuir el riesgo de mortalidad en un 28%.Para personas enfermas del riñón puede suponer una disminución del 18% y en enfermedades cardiovasculares del 48%.
- Para las mujeres el entrenamiento de fuerza se convierte en uno de los mejores aliados para prevenir la temible osteoporosis, ya que se produce un aumento de la densidad ósea de manera significativa, especialmente al llegar a la pre-menopausia.
- Otro de los beneficios es evitar la sarcopenia, es decir, la progresiva disminución de la masa muscular que acompaña con el paso de los años y que puede provocar la falta de movilidad, pérdida de fuerza, discapacidad física y peor calidad de vida.
Lo ideal es combinar ejercicios de fuerza y cardiovasculares, lo que se llama entrenamiento concurrente, para reforzar nuestro sistema inmunológico. En el siguiente artículo te daremos unas pautas de cómo hacerlo. Mientras sigue activo, que ninguna medida de restricción te quite las ganas de entrenar.